El Santo Grial es uno de los objetos más misteriosos y fascinantes de la historia y de la leyenda. Se trata de la copa o el plato que se utilizó en la Última Cena de Jesucristo, y que según algunas tradiciones, también recogió su sangre en la cruz. El Santo Grial ha sido objeto de búsqueda, veneración y controversia a lo largo de los siglos, y ha inspirado numerosas obras de arte, literatura y cine. Santo Grial de Valencia ¿Qué es el Santo Grial? El Santo Grial es un término que proviene del francés antiguo “san graal” o “san greal” , que significa “santo plato” o “santo vaso” . El origen de este término se remonta al siglo XII, cuando aparecieron los primeros relatos literarios que mencionaban el Santo Grial como un objeto sagrado y maravilloso, relacionado con la vida y la muerte de Jesucristo. Sin embargo, el concepto del Santo Grial es mucho más antiguo y complejo, y se ha ido enriqueciendo y transformando con el paso del tiempo y con la influencia de diversas culturas y tr
Una de las
costumbres que se impuso en el Renacimiento y el Barroco fue que el artista se
autorretratara dentro de un gran cuadro para reafirmar su autoría, pero también
como forma de ser conocido.
Sofonisba
Anguissola es la artista que más autorretratos ha realizado a lo largo de la
historia de la pintura, seguida de cerca por Alberto Durero y Rembrandt.
Jan Van Eyck |
Primeros autoretratos
Según los expertos, los primeros
autorretratos de los que se tiene conocimiento datan del Antiguo Egipto
(alrededor del año 1300 a.C. ya hubo un escultor de nombre Bak que esculpió su
retrato sobre piedra).
Van der Weyden |
Durante la Edad Media hubo arquitectos de catedrales góticas que “firmaron” sus obras con pequeños autorretratos esculpidos en sitios semi-escondidos de la arquitectura. En pintura, el autorretrato en el románico, cuando se daba, tendía hacia la estilización y el simbolismo, aunque ya en el gótico se fueron convirtiendo en representaciones más fieles al oriinal.
Pero será en el Renacimiento cuando el autorretrato va a irrumpir con fuerza. En este periodo el arte se elevó a alturas desconocidas hasta entonces, va a significar un nuevo estado en la consideración de la profesión de pintor, de su nivel intelectual y de su lugar en la escala social. Esto hizo común la práctica de autorretrato, ya que va a representar (en el Renacimiento y el Barroco) la autoafirmación del artista y de su arte.
Jean Fourquet |
Hasta ese momento solo Dios, y más tarde la monarquía, alto
clero y aristocracia, podían ser protagonistas de las obras de arte.
Al autorretratarse, los artistas se van a elevar a las más altas esferas, pero también elevan su profesión de “oficio” artesano a la categoría de arte. Igualmente, era una forma de que se le conociera, con el deseo, seguramente, de posteridad.
Al autorretratarse, los artistas se van a elevar a las más altas esferas, pero también elevan su profesión de “oficio” artesano a la categoría de arte. Igualmente, era una forma de que se le conociera, con el deseo, seguramente, de posteridad.
Leonardo Da Vinci |
En este momento el autorretrato del artista podía aparecer de tres formas diferentes: podía estar este incluido en una obra más grande (en pinturas de tipo religioso, histórico o mitológico); retratarse, solo o acompañado, con los utensilios o símbolos de su oficio (en relación con el prestigio social derivado de su actividad); o en los que, simplemente, se retrata.
Con el autorretrato se transmitía una
gran variedad de intenciones y mensajes (una imagen podía representar la
devoción, el reconocimiento de un Pontífice, de un benefactor, de unos esposos,
etc, es decir, para dejar constancia visual de la apariencia y carácter de las
personas), por lo que los autorretratos en uno de los géneros más ricos y
fascinantes de la historia de la pintura.
Berruguete |
El autorretrato evolucionó de
forma significativa en el norte de Italia a finales del Renacimiento (según la
tradición grecorromana, de la que se hicieron eco los artistas de la época, el
hombre era la obra más perfecta de Dios), pero se extendió rápidamente por toda
Europa gracias al desarrollo del concepto humanista del individuo y la aparición
de nuevas técnicas pictóricas (pintura al óleo de secado más lento que al
fresco, lo que permite la realización con más detalle consiguiendo más
realismo) y la perspectiva.
Para muchos expertos, los
flamencos Van Eyck y Van Der Weyden, son los pioneros el realizar los retratos
y autorretratos ya no con una imagen idealizada, sino lo más fiel posible del
personaje.
Boticelli |
El retrato pictórico del Renacimiento se basaba en un sutilísimo equilibrio entre búsqueda del realismo y la capacidad de “idealizar” a los personajes mediante leves correcciones de los rasgos, la expresión, el porte y las ropas.
Pero hasta al menos hasta el siglo
XVII, son rarísimos los retratos realizados del “natural”. Para la elaboración el
artista se valía de realizar un dibujo del natural, lo más exacto y realista
posible, que después era reinterpretado en la transposición en pintura.
Filippino Lippi |
La práctica del autorretrato ha
subsistido a lo largo de la historia de la pintura hasta la actualidad tanto
desde la perspectiva fisionómica, psicológica como artística, bien observándose
frente a un espejo como prescindiendo de la realidad. Estos pueden mostrar al
artista realizando su oficio, mostrando una circunstancia de su vida, parte de
su historia o sus visiones y preocupaciones más íntimas.
Antonello Messina |
Autorretratos que dejaron huella
Se considera que el primer
autorretrato elaborado con la conciencia renacentista del individuo y del
pintor como artista lo realiza Jean Fouquet en 1470.
Pero ya antes, Jan van Eyck va a
realizar en 1434 su famoso Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa, donde
en un rasgo de modernidad sorprendente su figura aparecerá reflejada en el
espejo pintado en el lienzo (algo que imitará Velázquez en Las Meninas en
1656).
Tintoretto |
Otro autorretrato que ha dejado
huella en la historia del arte es el dibujó que Leonardo Da Vinci realizó hacía
1512, con sesenta años, y que es interpretado como la apariencia real del
pintor, a pesar de no ser totalmente confiable.
No obstante, la imagen típica de Leonardo que ha trascendido hasta nuestros ideas fue diseñada en 1516, a partir de este autorretrato, voluntariamente adornado con ciertas características que el artista deseaba que trascendieran.
El dibujo está hecho con tiza roja sobre un papel coloreado. En él Da Vinci se adorna a sí mismo con las galas de los antiguos filósofos: frente cargada y surcada de profundas arrugas en alusión a su intensa actividad intelectual; largos cabellos ondulados, de la misma longitud que la barba, típico de pensadores; y una boca firmemente apretada, como indicando la dedicación de Leonardo a un problema que considera irresoluble.
Los rasgos de Da Vinci es muy probable que estén ahí, pero también una serie de códigos que él quiso transmitir de sí mismo: el artista, el sabio y el hombre del Renacimiento.
No obstante, la imagen típica de Leonardo que ha trascendido hasta nuestros ideas fue diseñada en 1516, a partir de este autorretrato, voluntariamente adornado con ciertas características que el artista deseaba que trascendieran.
El dibujo está hecho con tiza roja sobre un papel coloreado. En él Da Vinci se adorna a sí mismo con las galas de los antiguos filósofos: frente cargada y surcada de profundas arrugas en alusión a su intensa actividad intelectual; largos cabellos ondulados, de la misma longitud que la barba, típico de pensadores; y una boca firmemente apretada, como indicando la dedicación de Leonardo a un problema que considera irresoluble.
Los rasgos de Da Vinci es muy probable que estén ahí, pero también una serie de códigos que él quiso transmitir de sí mismo: el artista, el sabio y el hombre del Renacimiento.
Durero |
Durero va a realizar la
representación que se considera más antigua de la niñez en un autorretrato que
aún realizó a la edad de trece años (1484). Años después se autorretrataría de
diversas maneras. Pero si el autorretrato de 1471 resulta impactante por su
elegancia y minuciosidad, el de 1500 como Ecce Homo, resultará
inquietante. Este impactante retrato frontal es la imagen más audaz que
jamás un artista había pintado de sí mismo.
Pero es que además Durero, según interpretan los expertos, no se limita a representarse como un elemento más de una composición más amplia, sino que se refleja a sí mismo aisladamente y con una postura de frente absoluto.
Esta posición estaba reservada en exclusiva a
Cristo. El resto de retratos suelen ser de perfil o de tres cuartos. Sin
embargo el artista no admite ningún matiz y se presenta a sí mismo con el aura
de una figura sagrada. Como en otros de sus autorretratos, los ojos y la mano
adquieren un singular protagonismo como símbolos de su profesión.
Al representarse él mismo como figura sagrada se equipara a Dios en dos sentidos: ambos son creadores de una naturaleza propia, la real y la pictórica.
El nuevo pintor es un intelectual, pleno de sabiduría, digno para conversar con reyes y príncipes de cualquier tema que se le proponga.
Pero es que además Durero, según interpretan los expertos, no se limita a representarse como un elemento más de una composición más amplia, sino que se refleja a sí mismo aisladamente y con una postura de frente absoluto.
Sofonisba Anguissola |
Al representarse él mismo como figura sagrada se equipara a Dios en dos sentidos: ambos son creadores de una naturaleza propia, la real y la pictórica.
El nuevo pintor es un intelectual, pleno de sabiduría, digno para conversar con reyes y príncipes de cualquier tema que se le proponga.
Catherina von Hemessen |
Otros primeros autorretratistas serían: Berruguete (1470), Boticelli (1475, Adoración de los Magos), Antonello Messina (1475), Filipino Lippi (1480), Tintoretto (1588), Parmigianino .
Artemisia Gentilesci |
Este privilegio del autorretrato
quedó, sin embargo, casi exclusivamente reducido a los hombres, apareciendo los
primeros autorretratos femeninos en el Renacimiento.
Al igual que ocurre con los autorretratos masculinos, este género artístico servía de carta de presentación de los artistas para sus clientes, que podrían juzgar así la destreza, estilo y parecido. Les permitía además elegir con qué imagen querrían pasar a la posteridad, aunque estas artistas rara vez utilizaban la técnica del espejo para autorretratarse por considerarla un símbolo negativo de la vanidad femenina.
Está comúnmente aceptado que una
de las primeras autorepresentaciones de una artista femenina fue el autorretrato
de Catharina Van Hemessen en 1548. Pero muchas han sido las mujeres artistas
que han trabajado este género, entre ellas, las primeras: Lavinia Fontana, Sofonisba
Anguissola, Artemisia Gentileschi, Elizabeth Vigée-Lebrun o Adèlaide
Labille-Guiard.
*****
CONTENIDO RELACIONADO
- Alonso Sánchez Coello: el mejor retratista del Renacimiento español
- Goya: toda una vida en autorretratos
- Durero o la obsesión por su imagen
- Da vinci: un autorretrato con poderes mágicos